Si el cerebro es un músculo que se puede entrenar con diversos ejercicios, creo que lo que sucede es que frecuentemente tengo agujetas.
No sé porqué la evolución nos ha traído a un punto en el que sólo dos opciones encefálicas parecen posibles: agotamiento o atrofia por falta de uso. El estrés podría tomarse como un síntoma de lo primero, de lo segundo no hace falta ni poner ejemplos, supongo: borregos conocemos todos a patadas (si bien, las patadas, pueden propinarlas los propios borregos).
La patología de un músculo cansado es la misma que la de uno atrofiado: ausencia total de capacidad para una actividad satisfactoria.
Cuidado, este tipo de seres sin capacidad neuronal conforman nuestro entorno. Da más miedo que una invasión marciana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario