martes, 21 de agosto de 2007

Saudade

Bueno, mis relaciones con Portugal se van estrechando ainda mais.

Por fin he cruzado hacia el sur de la frontera ingenieril que marcaba Marinha Grande en mi conocimiento del país vecino. Un país tan parecido al nuestro como totalmente diferente... curioso y fascinante: sus conductores irritantes a la par que ilimitadamente suicidas, su constante decadencia nostálgica que continuamente se revela como sólo aparente, su gusto/pasión por lo artístico en general (poesía incluida)...

Anduvimos por Lisboa y su área (Sintra, las playas de Estoril y Cascais...) y aunque alguna cosa se quedó en el tintero (el claustro de los Jerónimos en Belem, el Barrio Alto...) para tener cuatro días no estuvo nada mal. Candidata clara a mi listado interminable de ciudades de peregrinaje.

La foto no es propia sino del google, pero ya vendrán.

Y para darle sentido a este blog no correspondido, un poema del inevitable Pessoa, pero no uno de los clásicos.
En una de mis múltiples visitas a Oliveira de Azemeis y ejerciendo de freak man, compré el primer fascículo de una colección de libros de poesía del s.XX portugués. Era "Mensagem", libro que, para colmo, sólo he leído en esa versión (...).

Viene al pelo.

Mar Português

Ó mar salgado, quanto do teu sal
São lágrimas de Portugal!
Por te cruzarmos, quantas mães choraram,
Quantos filhos em vão rezaram!
Quantas noivas ficaram por casar
Para que fosses nosso, ó mar!

Valeu a pena? Tudo vale a pena
Se a alma nao é pequena.
Quem quer passar além do Bojador
Tem que passar além da dor.
Deus ao mar o perigo e o abismo deu,
Mas nele é que espelhou o céu.

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