Mañana a las 20h en La gota de leche tendrá lugar la presentación de los pomearios "Del miedo y las estrellas", de María Inmaculada Fernández Barjola, y "Vida de mario" de Antonio Lombillo. La presentación la dirigirá "la poeta" (con v de...) Enrique Cabezón.
Un poema de ambos, respectivamente.
Nada me paraliza como el pánico a perderte
por eso estoy inmóvil,
porque sé que no eres mío,
aunque nunca he deseado retenerte.
Sólo he buscado la inmovilidad también
de las horas a tu lado,
el eterno estupor de tus gestos,
tus rasgos, de cada palabra
que me sorprende.
Nada me paraliza como el pánico a perderte,
y te miro fijamente
e imagino lo incierto y lo improbable,
que tus rasgos se transforman en mis rasgos,
en mi silencio,
y conseguimos que el tiempo nos aguarde,
que no haya periódico mañana
hasta que decidamos desatarnos
y bajar a desayunar
en el Gran Café.
______________________________________________
"Expiación"
Recuerdo haber nacido ayer
y que lloré como lloran los insectos
con sus alas.
En la penumbra del primer día
lloré la luz y el aire,
me abracé a alguien.
Fue un instante incomprensible y feliz.
Hoy,
con la más absoluta incontinencia,
ya me disperso por la vida
en una pérdida constante
y fría.
Hice un dibujo leve,
un dibujo sueño e inconsistente
que aún hoy guardo,
de papel y recuerdo.
A veces, en el salón o la cama,
en el paseo inesperado,
en la bruma,
aparece el dibujo
y lo disfruto,
lo toco
y, las menos, lloro.
No fueron tizas ni crayón
lo que pintó el dibujo.
Fui yo, de alguna manera, al pasar.
Qué será que es gris en mi memoria
aquello que enrojece mi rostro,
azul en sus comisuras
pálido.
Algo dije
o quizás algo hice.
Una mentira de mármol.
Un golpe infantil y breve.
Un poema de ambos, respectivamente.
Nada me paraliza como el pánico a perderte
por eso estoy inmóvil,
porque sé que no eres mío,
aunque nunca he deseado retenerte.
Sólo he buscado la inmovilidad también
de las horas a tu lado,
el eterno estupor de tus gestos,
tus rasgos, de cada palabra
que me sorprende.
Nada me paraliza como el pánico a perderte,
y te miro fijamente
e imagino lo incierto y lo improbable,
que tus rasgos se transforman en mis rasgos,
en mi silencio,
y conseguimos que el tiempo nos aguarde,
que no haya periódico mañana
hasta que decidamos desatarnos
y bajar a desayunar
en el Gran Café.
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"Expiación"
Recuerdo haber nacido ayer
y que lloré como lloran los insectos
con sus alas.
En la penumbra del primer día
lloré la luz y el aire,
me abracé a alguien.
Fue un instante incomprensible y feliz.
Hoy,
con la más absoluta incontinencia,
ya me disperso por la vida
en una pérdida constante
y fría.
Hice un dibujo leve,
un dibujo sueño e inconsistente
que aún hoy guardo,
de papel y recuerdo.
A veces, en el salón o la cama,
en el paseo inesperado,
en la bruma,
aparece el dibujo
y lo disfruto,
lo toco
y, las menos, lloro.
No fueron tizas ni crayón
lo que pintó el dibujo.
Fui yo, de alguna manera, al pasar.
Qué será que es gris en mi memoria
aquello que enrojece mi rostro,
azul en sus comisuras
pálido.
Algo dije
o quizás algo hice.
Una mentira de mármol.
Un golpe infantil y breve.
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